lunes, 22 de junio de 2015

Os Castros (Vilavedelle)

   Hace unos meses, al pasar con el coche por Vilavedelle observe como un pequeño monte que se encontraba hacia la Ria del Eo, poco después de pasar el citado pueblo, había sido talado en su totalidad.

Vista compuesta desde el Este del castro de Vilavedelle.

   Conocía de hacia tiempo la existencia de este castro, pero los eucaliptos no permitían apreciarlo correctamente. 
   Precisamente por quedar libre de arboles, y aprovechando que las tierras circundantes dedicadas al cultivo del maíz estaban todavía sin sembrar, se hacia imprescindible una visita a este yacimiento y sacar unas fotografías que dejasen constancia de las estructuras visibles.
   El castro de Vilavedelle se encuentra asentado en la parte alta de un promontorio situado en la margen derecha de la Ría del Eo, individualizado por dos vaguadas a N. y S., y otra vaguada que lo separa de las estribaciones del Pico Peredo.
   Se adapta a la forma lenticular del montículo, con un eje mayor en dirección SSO - NNE, potenciando su protección con un sistema defensivo basado en dos lineas de fortificación que rodean a media pendiente tres lados del castro, quedando la vertiente que da a la ría protegido por una sola.      Este sistema defensivo esta compuesto por potentes fosos y sus correspondientes parapetos en el lado S del castro, En su vertiente E. las defensas se componen de aterrazamientos y taludes sucesivos, intuyéndose estos mismos en su vertiente N., acompañados de sendos fosos. Por su parte, la vertiente O. queda protegida por un acusado talud, antecedido por una terraza, así como un potente muro aproximadamente tres metros de altura, que delata la presencia de una muralla.

Planimetría y cortes de los sistemas defensivos de Os Castros (Vilavedelle). En Camino Mayor,J.:  Los castros marítimos en Asturias. Oviedo: RIDEA, 1995. Pág. 31.

  El espacio de ocupación que queda comprendido por el sistema defensivo descrito, ahora libre de arboles, esta relativamente abombado hacia el S. del camino que corta el castro, y más llano hacia el N., describiendo una forma oval de tendencia lenticular, que comprende unas 40 áreas.

Parte superior del castro. Vista S-N.

Parte superior del castro. Vista N-S.
 
   El camino que atraviesa el castro, podría seguir el camino de entrada original a este yacimiento, si bien es cierto que la caja del camino se ha profundizado y ensanchado para dar acceso a la vertiente Oeste. Esto ha permitido dejar a la vista dos tramos de muro, con aparejo de pizarra trabada con barro.


Vistas de dos posibles muros cortados por la caja del camino que atraviesa el castro.

   Además, Jorge Camino Mayor constata la existencia de otro muro  que podría pertenecer a la cabecera de una construcción oval en la parte meridional del lado E. de la terraza. No se han constatado más hallazgos en la bibliografía.
   Como sucede en otros yacimientos de éste tipo, Jorge Camino recoge una pequeña leyenda asociada al mismo, en la que se atribuye a los moros una pequeña oquedad natural existente al borde del camino en la parte N. del castro (1995, 32).
   Evidentemente no es el único castro que tenemos en el concejo, como ya hemos tenido oportunidad de ver. En otros post los iré presentando. Algunos estáis hartos de verlos. Y aunque no sabemos su cronología concreta, ya que no han tenido ninguna intervención arqueológica, muchos de ellos debieron estas ocupados en época romana, debido a su cercanía a centros de minería aurífera, interés principal de Roma en esta comarca.

Bibliografía:

CAMINO MAYOR, Jorge: Los castros marítimos en Asturias. Oviedo: RIDEA, 1995.
FANJUL PERAZA, Alfonso: Los castros de Asturias: Una revisión territorial y funcional. Teverga: Ayuntamiento, 2005.
MAYA GONZÁLEZ, José Luis: Los castros en Asturias. Oviedo: Silverio Cañada, 1989.
V.V.A.A.: Los poblados fortificados del Noroeste de la Península Ibérica. Formación y desarrollo de la cultura castreña. Coloquios de Arqueología en la cuenca del Navia. Navia, 2002


jueves, 18 de junio de 2015

Castropol, el Eo y los Vikingos.

   Toda esta historia surge hace ya muchos años, cuando estando en la Biblioteca Publica "Menéndez Pelayo" de Castropol, en una de esas tardes en las que me sumergía a buscar tesoros entre las baldas de sus libreríasencontré una cita bibliográfica, escueta, que despertó el interés por aquella pista.
   Aunque en ese momento trate de hacer averiguaciones, todavía no existía Internet, y ni tan siquiera durante mis estudios en Oviedo puede averiguar algo sobre aquella cita.
   Fue ya de nuevo en Castropol, cuando conocí a Luis López, ahora castropolense de adopción, amante de la zona, y bibliófilo, que tras proporcionarle la cita, logro hacerse con una copia de dicho articulo: "La Connaissance de la Péninsule Espagnole par les hommes du Nord: mémoire destiné à la 10ème session du Congrès international des orientalistes" del sueco Adam KristofferFabricius. ¡Un articulo sobre los vikingos en el que se mencionaba a Castropol!
   Los vikingos, ahora de moda por la serie de televisión homónima, ese pueblo procedente de Escandinavia, entra en la escena de la Historia Europea tras el saqueo del monasterio de Lindisfame (793), situado en el Norte de Gran Bretaña.
   Desde entonces, sus correrías a lo largo de las costas del Atlántico y del Mediterráneo nos son conocidas, a través de sus sagas y, por supuesto, de los noticias que de sus incursiones, pillajes y razzias dan las fuentes escritas medievales de los lugares por las que pasaron.
   Por el Norte de la Península Ibérica, pasaron en varias ocasiones: en el 844, 858, 864, 968, 970. Tanto es así que quedo reflejado en las leyendas locales: de la época de las primeras incursiones vikingas es la leyenda del obispo Gonzalo de la diócesis de Bretoña, antigua sede episcopal, antecesora de la de Mondoñedo: cuenta esta leyenda que al llegar a la entrada del río Masma un gran número de embarcaciones vikingas los habitantes acudieron a la protección del obispo, al que consideraban santo. Gonzalo rezo pidiendo la protección del cielo contra el ataque y entonces se desató una gran tempestad que hundió la mayor parte de la flota invasora.

Barcos vikingos en el Tapiz de Bayeux.

   Sin embargo, esta no es la única leyenda sobre este asunto. Y aunque yo, y mucha gente conoce la historia con los "moros" míticos (no los "mauri" de las fuentes latinas que dan origen al termino, sino esa especie de pueblo perdido en un pasado muy lejano y lleno de misterio), es cierto que algún erudito local del pasado siglo XX, lo asociaba a los vikingos. Se trata de la leyenda que cuenta que entre la Capilla de Santa María del Campo (Castropol) y un punto indeterminado entre A Punta de Santos y el Penedon, existe un túnel construido por los vikingos o los "moros", para escapar.
  Según parece, esta salida al mar, explorada por muchos críos y adolescentes, esta cegada ya por desprendimientos.
  No creo, sin embargo, que nunca haya existido dicho túnel. Pero dicen que "cuando el río suena, agua lleva". Las leyendas no son mentiras absolutas, ni completas verdades. Suelen soportarse sobre hechos verídicos, que con el tiempo se han ido deformando, debido fundamentalmente a dos variables: su trasmisión oral y su paulatina lejanía temporal con el suceso que se relata. Esos hechos verídicos pueden pasar por un suceso o personaje histórico concreto, o por la existencia en el subsuelo de algún resto arqueológico. En el caso de la Capilla de Santa María del Campo podría darse la segunda situación. ¿A caso no esta la Iglesia de la Santa Cruz de Cangas de Onis edificada sobre un megalito?
  Con todo, lo más interesante, desde un punto de vista local, es la incursión de Olaf Haraldsson en el 1014 sobre estas costas. Más conocido como San Olaf, seria en 1018 Rey de Noruega, convirtiéndose e imponiendo el cristianismo en este reino. Tanto las crónicas cristianas como las sagas nórdicas coinciden en que tras partir de Inglaterra, dirigió su flota contra los vikingos dinamarqueses de Ringsfjerd (probablemente el Golfo de Vizcaya), para continuar hacia Grisepolle (probablemente Castropol), y vencer a los vikingos dinamarqueses en Vilhamsby (probablemente la Ría de Betanzos). La incursión continuo: se dirigió hacia Seljepolle (probablemente la desembocadura del Miño), dónde tras una gran batalla conquisto la ciudad de Gunvaldsborg (probablemente Tuy), tomando prisionero al conde Geirfinn (probablemente el Obispo Alfonso), que tuvo que pagar un rescate de 12000 piezas de oro.
   Entonces llegaron a Castropol. Bueno, es solo una cita en una crónica perdida del siglo XI. Si. Pero del siglo XI. Castropol, no aparece hasta 1298, como puebla de fundación episcopal. Y sin embargo, la propia carta de fundación de la puebla otorgada por el Obispo de Oviedo en ese año de 1298 nos avisa ya de la posible existencia, cuando menos, del topónimo, ya que manda hacer puebla "en el logar nomnado Castropol".
   Son pequeños visos de luz que alumbran la oscuridad documental de los siglos que comprenden la Alta Edad Media, y que nos permiten entender un poco mejor la ocupación del territorio en ese momento histórico, del que solo tenemos menciones aisladas, además de ser conscientes de la importancia en las rutas marítimas cantábricas de la Ría del Eo.

   Bibliografía:

Carré Alvarellos, Leandro: Las leyendas tradicionales gallegas. Madrid: Austral, 2006
Carvajal González, Helena: "San Olaf, Rey de Noruega" EN Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. V, 2013, págs. 43-51.
Erkoreka, Anton: "A furore normanorum, libera nos Domine. Previkingos y vikingos asolando la costa vasca (siglos V-X)" EN Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 5, Donostia-San Sebastián, 2006, págs. 15-31.
Fabricius, Adam Kristoffer: La Connaissance de la Péninsule Espagnole par les hommes du Nord: mémoire destiné à la 10ème session du Congrès international des orientalistes.Lisboa, 1892.
Ruiz de la Peña, J.I.: Las "polas asturianas" en la Edad Media. Oviedo, 1981
Sánchez Pardo, José Carlos: "Los ataques vikingos y su influencia en la Galicia de los siglos IX-XI" EN Annuario Brigantino, 2010, Nº 33, págs. 57-86.

miércoles, 3 de junio de 2015

Os Castros da Antigua (Castropol)

Propuesta de posibles estructuras que definirian desde un punto defensivo este asentamiento.

En los limites entre las parroquias de Castropol, San Juan de Moldes y Piñera, pero en territorio de la primera parroquia, se ha localizado un nuevo yacimiento castreño, a sumar a los otros nueve enclaves de este tipo que existen a duras penas en el Concejo de Castropol. 
Incorporado al Inventario Arqueologico de Castropol y del Principado en Enero de 2014, el castro, con una planta ovalada en sentido N-S, dispone de un sistema defensivo hacia el E bien visible, en el que se distinguen aterrazamientos y parapetos, así como restos de un posible paramento de muralla. Hacia el O no se distinque ningun tipo de elemento defensivo, ya que el lugar donde se asienta, en la finca llamada "Os Castros", a sido utilizada para labores agropecuarias, al tiempo que limita por dicha vertiente O con una pista que comunica Cal con San Juan de Moldes. Por el N y por el S se ve cercado el castro por dos caminos o serventias que bajan a la casa de La Antigua por el S y a la casa de Riu del Tallo por el N.

Vista del castro desde el E.
Si bien es cierto que obras mayores realizadas en sus proximidades, y que requirieron informe arqueológico previo, descartan la existencia de restos arqueológicos en el citado lugar, los indicios (toponimia y folclore principalmente) inducen todavía a pensar que se trata de un yacimiento arqueológico.


martes, 2 de junio de 2015

As Huertas. Intervención arqueológica.

Que las aguas de la Historia y las de la Arqueología son procelosas, y objeto de tormentas y tempestades, es de sobra conocido. Y que el mar devuelve a la costa todo aquello que no le pertenece también.
La villa de Castropol, y capital del concejo del mismo nombre, fue declarada Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural en el año 2004 (DECRETO 45/2004, de 20 de mayo, por el que se declara bien de interés cultural el Conjunto Histórico de la Villa de Castropol (Asturias).). En virtud de dicha declaración, la villa goza de una protección especial, tanto de su urbanismo, como de sus edificios singulares, así como de su subsuelo.
Así, en los años que van desde esta declaración, los instrumentos establecidos para su protección han entrado en funcionamiento, en lo que a materia arqueológica se refiere, en más de una ocasión. Y parece que pueden estar dando sus frutos.
En estos momentos, el edificio del Ayuntamiento de Castropol se encuentra en un proceso de rehabilitación integral, y es de esperar que podamos leer en algún momento el informe arqueológico correspondiente. Sin embargo, y por la integridad de las personas, el acceso a las obras solo esta permitido para el personal que se encuentra trabajando en aquel lugar.
Sin embargo, existe otro lugar en la villa, que esta siendo objeto de una intervención arqueológica de urgencia. O más bien una segunda. El lugar en cuestión, es la finca conocida como As Huertas, delimitada al Norte por los edificios que dan a la Calle Penzol Lavandera o de la Procesión y la Calle del Muelle, por el Este, con las casa de la Calle del Campo, por el Oeste con las casas que dan a la Calle del Marques de Santa Cruz o del Pozo, y por el Sur con el edificio de El Casino (actual Casa de Cultura) y el Parque de Vicente Loriente (antiguamente Campo del Tablado).
Esta finca en los últimos decenios ha sido empleada por los vecinos de las calles adyacentes como huertas particulares o lugares donde tener algunos animales de corral. Pero el maremoto de la construcción también ha alcanzado esta localidad, y en la actualidad una empresa constructora esta interesada en construir una serie de viviendas en aquel lugar. Por dicho motivo, una empresa de arqueología procedió en un primer momento a realizar una serie de catas y trincheras de prospección, que por el tiempo transcurrido hizo suponer a muchos que no había dado ningún fruto (visibles desde el visor Sigpac).
Nada más lejos de la realidad. Desde el mes de Abril o Mayo del presente 2015, la Arqueología ha vuelto a este lugar.
Lo primero que nos encontramos al llegar a este lugar es una superficie a la que se ha retirado el manto vegetal superior, dejando al descubierto lo que en imagen se puede observar.





Una franja longitudinal, de unos dos metros de ancho, que en la planta visible forma una V, cuyo vértice esta orientado hacia Norte aproximadamente. A lo largo de dicha franja, son visibles dos catas, más una realizada fuera de este espacio, más al Sur.

Corte Sur. Cata 1.

Corte Norte. Cata 1.

Corte Norte. Cata 3.


Corte Sur. Cata 3.

Bueno. Llegados a este punto, nos preguntamos ¿Esto qué es?¿Que significa? Las respuesta pueden ser muchas o ninguna. Y están de mano del Arqueólogo que esta llevando a cabo este trabajo. 
Con todo, se podrían aventurar un par de hipótesis:
1ª. Podría tratarse de un camino antiguo. Los dos ramales de la forma se dirigen, uno hacia la Capilla de Santa Maria del Campo y el otro hacia Las Cuatro Torres o el Palacio Valledor, en ambos casos fuera de los limites amurallados de la villa medieval. Y su vértice esta orientado hacia la Plaza del Ayuntamiento.
2ª. Que se trate de un foso de tipo militar. Tal como se observa en las fotografías de las catas, tal parecen fosos en V, al estilo de los ejecutados en obras de tipo militar en la antigüedad (fossa fastigata) y en el medievo.

Creo que sera interesante ver como acaban las investigaciones que se están realizando en este lugar, por la luz que puedan dar Historia de Castropol y su Concejo.

lunes, 1 de junio de 2015

Un nuevo y fascinante viaje.

Hoy emprendo una singladura, sin más horizonte que la Historia y la Arqueología, centrada en Castropol, esa villa asturiana que sobre un peñón domina la Ria del Eo, y su Concejo. Una singladura en la que aprender y en la que enseñar y divulgar, en la que mostrar el pasado y tratar de comprenderlo.
Sera una navegación dura, pero no me cabe duda que sera emocionante.