sábado, 5 de diciembre de 2015

Una necrópolis medieval en San Juan de Moldes

En otra entrada de este blog, dedicada en aquel caso a tratar la cuestión de la distribución de algunos edificios y elementos defensivos del Castropol medieval, citamos de pasada algunos restos arqueológicos documentados o de los que dan noticias algunas publicaciones periódicas, referentes a diferentes puntos del Concejo.
Una de esas noticias, es la que da cuenta el decenario Castropol. Esta publicación fue un periódico que surge en la villa al calor de nuevos tiempos, nuevos políticos y nuevos partidos políticos que trataban de cambiar una España, una Asturias y un Castropol estancados en un sistema político caracterizado por el pucherazo en las elecciones y el caciquismo, lo que hacía del supuesto sistema democrático por el que se regía el país una completa farsa. Sin embargo, la sociedad de la época ya había mutado y reclamaba democracia. Este periódico hacía de órgano de expresión del Partido Novo, pero también se hacía eco de otras pequeñas noticias.
La noticia en cuestión, aparecía en el número 18, del año II, y de fecha 10 de Enero de 1905 (realmente la fecha correcta es 10 de Enero de 1906), bajo el título "Curiosidad arqueológica regional".




El pequeño artículo, redactado por Miguel García Teijeiro, personaje que entra en la categoría de eruditos locales del Concejo, nacido en Lois, relata el hallazgo fortuito, en el transcurso de la extracción de barro en el cementerio parroquial de San Juan con el fin de reparar la iglesia, de una serie de tumbas individuales. Como en la actualidad, la ignorancia o la interesada ignorancia, permitió la destrucción de un número indeterminado de estas inhumaciones. No obstante, eso no impidió que García Teijeiro pudiese ver y describir, sucintamente, las ya destruidas y con un poco más de profundidad las que fueron apareciendo en días posteriores.
Teijeiro describe fundamentalmente dos tipos de inhumaciones: 
- En fosa sencilla, practicada directamente en el suelo.
- En cista, compuesta por lajas de piedra y pizarra.
En ambos casos, las estructuras son construidas ad hoc para el difunto, contorneando el cadáver del mismo.

En el primer caso se practica una cavidad en el suelo, sobre la que se deposita el cadáver, generalmente amortajado, y luego se cubre, bien con lajas de piedra o bien con tierra.
Necrosis islámica de Can Fonoll , Ibiza (s. XII-XIII).
Tumbas en fosa, con el cadáver depositado en de cubito lateral derecho,
y la cabeza orientada al SO.

En el segundo caso, el procedimiento es similar, pero se dota a la fosa de una estructura perimetral a base de lajas de piedra u otros materiales (en algunos yacimientos  se reutiliza tégula romana) y se cierra con ese mismo tipo de materiales.
Pueden estar señalizadas al exterior, con cruces o hitos de piedra, o no estar señalizadas.
La orientación, según se desprende del artículo de Teijeiro, es la que sería previsible para un enterramiento cristiano, E-O, en relación con la salida y la puesta del Sol, en una metáfora del inicio y el fin de la vida que el cristianismo asimila de religiones coetáneas, al menos en sus inicios, como el Mitraísmo.

En las observaciones que hace Teijeiro advierte que no aparecen restos humanos en estas tumbas, aunque sí apunta al hallazgo de los mismos en otros puntos cercanos, que llamó la atención por las dimensiones del esqueleto.
Teijerio no es capaz de indicar una adscripción temporal, salvo de forma vaga. Sin embargo, apunta, con la cita que realiza a la documentación medieval, a que esta necrópolis podría corresponder a época medieval, en torno al siglo X, si suponemos que este cementerio está unido al antiguo monasterio.

Necrópolis medieval en Moscas del Páramo (León).

El tema de la muerte es un tema que continúa siendo un tabú en la sociedad contemporánea. Aun así, es el reflejo de la sociedad humana en un determinado momento, ya que los ritos que rodean a la muerte son la forma en que los seres humanos de un momento histórico concreto han entendido su propia existencia, su posición en la sociedad y su concepción del más allá.
En el caso cristiano, por un lado tenemos el simbolismo religioso que se desprende de la orientación de las tumbas, y por otro, la mayor o menor proximidad a la Iglesia parroquial correspondiente, y más concretamente a la cabecera de la misma, el lugar que sería considerado más sagrado de ese entorno, por hallarse en ese punto destacado el altar mayor y el sancta sanctorum del templo. Esta jerarquización del espacio resulta también evidente cuando existen enterramientos dentro de los muros de estos templos, siendo las personas de estatus más alto (nobles, alta burguesía) la que acapara los lugares más cercanos al altar.

Estelas de la iglesia de Sainte-Engrâce en francés, o Urdatx-Santa Grazi en eukera (Departamento de los Pirineos Atlánticos, Francia)

En principio, y al contrario que sucedía en el modo de entender la muerte en otras culturas, al enterrar a un difunto cristiano, este no llevaba consigo elementos que hiciesen alusión a su dignidad o posición social o a su profesión, y tampoco ajuares que precisase en el otro mundo. Generalmente el cadaver lavado, era amortajado con un lienzo de lino y depositado en la fosa o cista preparada al efecto. Es cierto que en momentos muy iniciales del medievo sí se aprecian ajuares (vide. necròpolis de Aldaieta), pero estamos en una todavía incipiente cristianización, donde el dogma no está completamente asentado y, por tanto, es todavía proclive a prácticas procedente de cultos y creencias previas.
Además de la información sobre los ritos asociados a la muerte, los restos óseos humanos también proporcionan una valiosa información sobre cómo fue la vida de estas personas: los análisis realizados sobre sus huesos, permiten realizar un "historial clínico" post mortem, en el que averiguaremos si esa persona ha tenido alguna lesión grave, cómo la ha curado, si ha pasado hambre o cómo era la alimentación que seguía, o si ha sufrido enfermedades. Y sí, esa información nos la proporcionan los esqueletos que, un arqueólogo o un antropólogo se pueden encontrar en este particular tipo de yacimiento arqueológico.
Finalmente, y como recordatorio, estos pequeños artículos no buscan otra cosa que la divulgación de nuestra Historia y la puesta en valor de la misma. Aunque para esto último, los restos de nuestro pasado deben ser estudiados siempre por especialistas.

domingo, 19 de julio de 2015

De fortalezas y murallas medievales castropolenses.



Hace unos días llegó a mis oídos que el control arqueológico de las obras que se están realizando en el Ayuntamiento han dado frutos. Son hallazgos escasos, porque las intervenciones en este tipo de situaciones tienen un carácter preventivo y protector, y salvo orden de ampliar dichas intervenciones por parte de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, suelen ser muy limitadas en espacio y tiempo. Además, tampoco obedece dicha intervención a un proyecto de investigación que articule debidamente los resultados que se puedan obtener, aunque la metodología empleada es impolutamente científica.

Según me contaron, fundamentalmente se han identificado como medievales los muros bajos del Ayuntamiento, que corresponde a donde antes de la rehabilitación del edificio se situaban las oficinas de Servicios Sociales. También se han identificado un aljibe y una conducción.

Esto me impulsa a escribir un poco sobre lo que significan estos hallazgos, a qué edificio corresponden y otras cuestiones anejas, todas referentes al Castropol medieval.

Del Castropol medieval tenemos abundante documentación referida a su fundación y organización, tanto de la puebla como del entorno, estudiada y recopilada en trabajos no superados por Ruiz de la Peña y Pérez de Castro.

Sin embargo, desde el punto de vista arqueológico, las noticias previas a los hallazgos que mencionamos unas lineas más arriba, son muy escasos. Dentro de la villa tengo constancia, por noticias me que llegaron demasiado tarde, del hallazgo de restos óseos humanos y alguna moneda en el transcurso de las obras de rehabilitación integral de las calles que rodean la iglesia parroquial y la casa consistorial, que fueron entregadas al cura párroco de entonces, D. Inocencio Parente Villamil, y que fueron enviados al cementerio. Posiblemente fuesen encontrados en algún punto entorno a la conocida como Puerta de los Franceses de la iglesia parroquial.

Amen de esto, dentro de los limites del actual concejo, existen yacimientos o noticias arqueológicas de restos medievales: tal es el caso del castro situado en la Tarula del Suaron, que todo indica podría corresponder con el castillo del Honor del Suaron que se menciona en la documentación medieval; la necrópolis medieval existente en Santiago (Piñera), en intima relación con el paso del camino hacia Santiago de Compostela, de donde procede una lauda sepulcral que se conserva en el Tabularium Artis Asturiensis de Joaquin Manzanares en Oviedo; o la noticia publicada en su momento por el decenario Castropol sobre el hallazgo de tumbas medievales en las obras de ampliación del campo santo de San Juan de Moldes, tumbas que también han aparecido más recientemente en obras realizadas dentro de la iglesia de parroquial de San Juan de Moldes.

Debido a esa escasez de noticias y materiales arqueológicos para época medieval, se hace muy importante las nuevas noticias que nos llegan fruto de las obras que se realizan en la casa consistorial, con metodología arqueológica.

Pues bien. Los restos encontrados tienen que corresponder a algún tipo de edificación medieval. ¿Qué edificio puede ser?¿Podemos identificarlo? No es muy difícil aventurar qué edificio es el que se levantaba donde hoy se encuentra el actual Ayuntamiento. Tanto las fuentes documentales medievales como las contemporáneas nos advierten que sobre ese solar se hallaba situada la fortaleza del Obispo, el Castillo Fiel, la representación física del poder del Obispo de Oviedo sobre la puebla de Castropol, y sobre las tierras entre el Eo y el Navia, de las que Castropol era capital, y el Obispo señor. También dan cuenta las mencionadas fuentes de la existencia de una cerca o muralla que delimitaba la villa y el palacio del Obispo. 
Así el 15 de Marzo de 1298 el Obispo de Oviedo Fernando Alfonso, manda que "fagan pobla por nuestro nomne e por nuestro mandado en esa nuestra tierra, en logar nomnado Castropol", que en carta posterior del 19 de Enero de 1299 se confirma y se otorga el fuero de Benavente. En esta carta el mismo obispo dice "que poblen e fagan pobla e cerca e carcauas e casas".
En carta del 21 de Septiembre de 1300, el alcalde, jueces y concejo agradecen al obispo la concesión de la puebla y se compromenten a varias cosas, entre otras:
"Otrossí, otorgamos de facer para el obispo en la puebla fasta quatro annos vna posada en que aya vn palacio bono e una cámara e un portal de piedra e de cal."
21 de octubre de 1376, el obispo de Oviedo, Alfonso, da varios ordenamientos, y en el texto se lee:
 " E mandamos a qualquier niestro iuyz o meryno del dicho cocello que apremie e constringa a los dichos condanpnados a pagar las dichas quantías de marauedís, según que a cada vno cobier, pra reparar la nuestra casa e murios del nuestro lugar de Castropol
y sigue en lineas posteriores
 "o cualquier que contra esto passar sea tenido a pagar e pague por nome de pena seyscientos marauedís desta moneda que ora corre para refazimiento de los dichos muros e casa fuerte de Castropol".
Hipótesis de planimetria de los elementos que se mencionan en el texto del Castropol Medieval.
En Azul y Amarillo, posible trazado de la cerca o muralla, así como las puertas de entrada a la villa.
En Verde, el posible foso que cortaría por el Sur.
 En Ocre, terraza o desnivel diferenciado en el sector Este del Peñon.
En Rojo la posible ubicación del Castillo Fiel y sus dependencias.
En Marron posible ubicación del Palacio del Obispo.

Desconocemos el alzado de cualquiera de estas construcciones, salvo que aparezca algún día alguna pintura o grabado antiguo que así lo refleje. Sin embargo podemos aventurar algunas cosas: unas por el conocimiento que se tiene de este tipo de construcciones, y otras que se circunscriben al terreno de la hipótesis.
Respecto a la fortaleza: sabemos que se levantaba en el lugar donde se alza hoy en día el Ayuntamiento. El edificio de la fortaleza estaba ya en ruinas según nos relatan los documentos del XIX, y se decide derribarlo y levantar sobre el un nuevo edificio de planta rectangular y dos alturas. A estas alturas resulta evidente que se aprovechó parte de la estructura del edificio.
Del palacio del Obispo, que sepamos, no queda ninguna estructura en pie. Sí tenemos un topónimo en Castropol, la Huerta del Obispo, en la que se levanta hoy una casa particular, pero que en la cerca que la cierra, por La Mirandilla, conserva un escudo heráldico muy erosionado, que fotografías antiguas del lugar indican que está en posición secundaria, es decir, ha sido movido de su localización original, sobre la puerta que daba entrada a esta finca. Ese topónimo podría estar indicando el lugar donde se levantaba el palacio construido para el Obispo.
Sobre ambos edificios existe un documento muy interesante, recogido y publicado por Ramón de Luanco, y que Ramona Párez de Castro también recoge, en el que se consigna un presupuesto de reparación de un carpintero de Mernias (El Franco). El documento es el que sigue:
"En la Villa de Castropol a catorce dias del mes de Marzo de mil e quinientos e veinte y seis años en presencia de mi El Escribano e testigos di yuso escritos parecio Pedro de Varela en nombre del muy ilustre Señor Don Francisco de Mendoza Obispo de Obiedo se presento vna comisión del Sr. Francisco de Aviles Canonigo en la Santa Yglesia de Obiedo como Comisario del Sr. Don Antonio Furado Maestre Escuela de la Yglesia de Leon subcolector Apostolico y refrendada de San Juan Ortiz Escribano sutenor de la qual es esta que se sigue - Aguila Comisión - E asi presentada la dicha Comisión en la manera que dicha es el dicho Pedro Valera en el dicho nombre requirio al dicho Alvaro Pico que presente estaba que atento al tenor e forma de ella ficiese lo que por el dicho Señor Canonigo le era encargado y el dicho Alvaro Pico Clerigo en cumplimiento de ello tomo e recibio juramento de Pedro Garcia de Mernias Carpentero Vecino de este Concejo el qual juró en forma de derecho e prometio de decer e facer lo que debiese e fuese menester para el repaso de la dicha fortaleza desde lo alto abajo e acabado de ver dijo que era menester lo siguiente - Primeramente que era menester para reparo de la Torre dos man -carcomido- que constaran ciento e cinquenta maravedis - Item de Clavos para las dichas tablas seiscientos clavos que cuestan cada ciento un real - Item mais para vna porta de vna ventana de la dicha fortaleza que costara dos reales -carcomido- de madera e clavazon de la dicha ventana - Item mais dijo que es menester para teja para la dicha Torre doscientas tejas que valen doscentos maravedises - Item dijo que era menester para poner la dicha teja quatro reales de quatro jornales de oficial - Item dijo que para facer la dicha tabla ela baciar e ponerla en la dicha torre ela dicha ventana que son menester diez e seis reales - Item dijo que es menester otro ciento de tabla par vn corredor que esta a la entrada de la porta de la dicha Torre de omaneje que balera ciento e cinquenta maravedis - Item mais quatro medias vigas que costan cinco reales -Item que es menester un ciento de clavos que valiran vn real - Item de jornales para dovar el dicho corredor e de comer medio real - Item en el mismo corredor es menester otro ciento de teja que vale cien maravedis - Item para la poner de jornal e comer dos reales - Item mais dijo que es menester para un sombradizo del dicho corredor doce aguieiros que costaran tres rs. - Item repia que valia real y medio - Item mais sete pontones que costaron cinco rs. - Item docentos clavos de ripar que costan vintecinco maravedis cada ciento - Item de jornales para facer lo subsodicho e da la comida diez e seis reales - Item en el dicho corredor el chapitel que ha menester docentas tablas que costaran trescentos maravedis - Item de clavos quatrocientos a real cada ciento - Item de jornales e comida para esto doce reales - Item es menester para recubrir la casa de mora de la dicha fortaleza e los chapiteles de ella mil e ochocientas tejas que costaran mil e ochocientos maravedis - Item es menester para poner la dicha teja e servirla de jornales e comida de oficiales quarenta rs. - Item es menester adovar vnas portas en la escalera de la sala e morada de cima de la dicha casa que habra menester vna docena de tabla que costara seis reales para esto es menester otro ciento de clavos que costa un real - Item de jornales e de comida doce reales - Item para donde esta la carcel de la dicha fortaleza es menester tres tablas de sierra para vna puerta que costara real y medio - Item de jornal y comida para la facer dos reales - Item que en el solo de la dicha fortaleza esta vn sombradero que esta por sollar que es menester vn ciento de tablas que vale ciento e cincuenta maravedis - Item doscientos de clavos de sollar dos rs. - Item de jornales e comida seis reales - Item es menester para la ponte de la dicha fortaleza quatro vigas e vn ponton largo que costara quatro reales cada viga e el ponton dos reales que ha de haber treinta pies - Item mais un cento de guba de torneo que custara dos rs. asi lo dijo e declaro el dicho Pedro Garcia Carpintero so bertud del dicho juramento en presencia de dicho Alonso Pico Clerigo a lo cual fue yo Suero Gonzalez de Abres escribano notario publico por su señoria el dicho señor obispo mi señor presente dia mes e ño e lugar subsodicho siendo presentes por testigos Juan Nuñez Pardo e Pedro Lopez e Gomez Fernandez vecino de es dicha villa e concejo." (Perez de Castro, 1987, págs. 253-255).
Del texto anterior podemos deducir varias cosas. En primer lugar, parece que no se trata de un único edificio, sino que se reparan varias partes de un complejo de construcciones de diverso tipo. Se distinguen, al menos, la Torre o Torre de homenaje; la Casa de mora, es decir la vivienda; la carcel, y varios sombraderos.
De la Torre, en el documento se cita que disponía al menos de una ventana, así como un corredor a la entrada de la puerta y también un sombradizo. La superficie en planta no es menor de los 10 m2 que estimamos podrían cubrir las 200 tejas empleadas para la reparación del tejado de este edificio.
Por su parte, la que el texto denomina " casa de morada", que entendemos es la vivienda propiamente dicha, podríamos estimar que tiene una superficie aproximada de unos 90 m2, en función de la teja empleada para cubrir su tejado, y que el edificio constaría de dos plantas según se desprende de la pormenorización que hace el presupuesto de reparación.
Sobre la Carcel solo se menciona la reparación de su puerta. Intuimos que esta celda o celdas estarían en la propia Torre.
Del mismo modo se cita un elemento interesante: "la ponte de la dicha fortaleza", que por las medidas de las vigas, podría tener unos 8 o 9 metros de largo aproximadamente.


De la cerca, por su parte, no conservamos nada, salvo los restos que deja la toponimia, y un dibujo que ha publicado en varias ocasiones en folletines de producción propia el misionero castropolense Luis Legaspi Cortina. La actual Calle del Castillo Fiel, que baja desde la plaza del mismo nombre a la Calle del Muelle, figura en una escritura de venta de una casa que sita en ese lugar con el nombre de "Calle de la Muralla". Así mismo, existen dos descripciones de Pedro Teixeira, geógrafo que fue de Felipe IV, en la que se describe la villa amurallada, almenada y con torres. En la primera de las descipciones, correspondiente al "Atlas del Rey Planeta" dice:

"Çituada en vna yminençia o monte, arto vistosa a quien la mira de afuera por ser lugar muy bien cercado de alta muralla y torres. Y en lo más alto de su çitio, sobrepujando a todos sus ydefiçios, tiene vn ermoso castillo con sus torres, representando esta bulto de villa y castillo vn lugar muy noble y fuerte por naturaleza y çitio." (Pereda y Marias eds., 2009, p. 324).
El mismo Pedro Teixeira en otra obra de su autoría, "Compendium Geographicvum" proporciona la siguiente descripción:

"Hesta villa esta çituada en vn monte, coronandole con sus ydeicios y torres aziendo su agradable asiento vn bulto hermoso a quien la mira, hes toda çercada de altas murallas y guarnecidas de torres y almenas y en lo mas alto de su citio, sobrepuja atodos sus edificios un hermoso e bistoso castillo, que todo junto aze pareser vn lugar noble y fuerte, quedando rematado el Principado de Asturias, siendo su vltimo lugar y el que le quede mas ocidental y frontero al Reyno de Galizia." (Teixeira, 2001, p. 141).

En resumen, existe documentación que hace referencia a la fortaleza y el palacio del obispo, así como a la muralla. Sin embargo, las descripciones documentales o los dibujos, son insuficientes para comprender espacialmente la distribución y la superficie que ocupaban estos edificios. Solo podemos hacer aproximaciones hipotéticas. Solo la investigación arqueológica puede dar luz a estas lagunas. Y deben ser las Administraciones públicas, y como primera de ellas el Ayuntamiento, quien tanto por Ley como por una cuestión ética, deben implicarse y ser ejemplo en el modo de proceder ante este tipo de hallazgos. Abrir las puertas a los vecinos a estos hallazgos, a través de visitas didácticas, como se realiza en otros lugares, tanto en España como en el extranjero, y poniéndolo en valor.

Bibliografía:

FLORIANO LLORENTE, Pedro: El Libro Becerro de la Catedral de Oviedo. Oviedo: I.E.A., 1963.
PEREDA, Felipe y MARIAS, Fernándo ed.: El Atlas del Rey Paneta. La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, de Pedro Teixeira (1634). Editorial Nerea, 2002.
PEREZ DE CASTRO, Ramona: Los Señoríos episcopales en Asturias: el régimen jurídico de la obispalia de Castropol. Oviedo: I.E.A, 1987.
RUIZ DE LA PEÑA, J.I.: Las "Polas" asturianas en la Edad Media: Estudio y diplomatario. Oviedo: Universidad, 1981.
TEIXEIRA, Pedro: Compendivm Geographicvm. Gijon: Fundación Alvar-González, Universidad de Uppsala, Museo Naval, 2001.


lunes, 22 de junio de 2015

Os Castros (Vilavedelle)

   Hace unos meses, al pasar con el coche por Vilavedelle observe como un pequeño monte que se encontraba hacia la Ria del Eo, poco después de pasar el citado pueblo, había sido talado en su totalidad.

Vista compuesta desde el Este del castro de Vilavedelle.

   Conocía de hacia tiempo la existencia de este castro, pero los eucaliptos no permitían apreciarlo correctamente. 
   Precisamente por quedar libre de arboles, y aprovechando que las tierras circundantes dedicadas al cultivo del maíz estaban todavía sin sembrar, se hacia imprescindible una visita a este yacimiento y sacar unas fotografías que dejasen constancia de las estructuras visibles.
   El castro de Vilavedelle se encuentra asentado en la parte alta de un promontorio situado en la margen derecha de la Ría del Eo, individualizado por dos vaguadas a N. y S., y otra vaguada que lo separa de las estribaciones del Pico Peredo.
   Se adapta a la forma lenticular del montículo, con un eje mayor en dirección SSO - NNE, potenciando su protección con un sistema defensivo basado en dos lineas de fortificación que rodean a media pendiente tres lados del castro, quedando la vertiente que da a la ría protegido por una sola.      Este sistema defensivo esta compuesto por potentes fosos y sus correspondientes parapetos en el lado S del castro, En su vertiente E. las defensas se componen de aterrazamientos y taludes sucesivos, intuyéndose estos mismos en su vertiente N., acompañados de sendos fosos. Por su parte, la vertiente O. queda protegida por un acusado talud, antecedido por una terraza, así como un potente muro aproximadamente tres metros de altura, que delata la presencia de una muralla.

Planimetría y cortes de los sistemas defensivos de Os Castros (Vilavedelle). En Camino Mayor,J.:  Los castros marítimos en Asturias. Oviedo: RIDEA, 1995. Pág. 31.

  El espacio de ocupación que queda comprendido por el sistema defensivo descrito, ahora libre de arboles, esta relativamente abombado hacia el S. del camino que corta el castro, y más llano hacia el N., describiendo una forma oval de tendencia lenticular, que comprende unas 40 áreas.

Parte superior del castro. Vista S-N.

Parte superior del castro. Vista N-S.
 
   El camino que atraviesa el castro, podría seguir el camino de entrada original a este yacimiento, si bien es cierto que la caja del camino se ha profundizado y ensanchado para dar acceso a la vertiente Oeste. Esto ha permitido dejar a la vista dos tramos de muro, con aparejo de pizarra trabada con barro.


Vistas de dos posibles muros cortados por la caja del camino que atraviesa el castro.

   Además, Jorge Camino Mayor constata la existencia de otro muro  que podría pertenecer a la cabecera de una construcción oval en la parte meridional del lado E. de la terraza. No se han constatado más hallazgos en la bibliografía.
   Como sucede en otros yacimientos de éste tipo, Jorge Camino recoge una pequeña leyenda asociada al mismo, en la que se atribuye a los moros una pequeña oquedad natural existente al borde del camino en la parte N. del castro (1995, 32).
   Evidentemente no es el único castro que tenemos en el concejo, como ya hemos tenido oportunidad de ver. En otros post los iré presentando. Algunos estáis hartos de verlos. Y aunque no sabemos su cronología concreta, ya que no han tenido ninguna intervención arqueológica, muchos de ellos debieron estas ocupados en época romana, debido a su cercanía a centros de minería aurífera, interés principal de Roma en esta comarca.

Bibliografía:

CAMINO MAYOR, Jorge: Los castros marítimos en Asturias. Oviedo: RIDEA, 1995.
FANJUL PERAZA, Alfonso: Los castros de Asturias: Una revisión territorial y funcional. Teverga: Ayuntamiento, 2005.
MAYA GONZÁLEZ, José Luis: Los castros en Asturias. Oviedo: Silverio Cañada, 1989.
V.V.A.A.: Los poblados fortificados del Noroeste de la Península Ibérica. Formación y desarrollo de la cultura castreña. Coloquios de Arqueología en la cuenca del Navia. Navia, 2002


jueves, 18 de junio de 2015

Castropol, el Eo y los Vikingos.

   Toda esta historia surge hace ya muchos años, cuando estando en la Biblioteca Publica "Menéndez Pelayo" de Castropol, en una de esas tardes en las que me sumergía a buscar tesoros entre las baldas de sus libreríasencontré una cita bibliográfica, escueta, que despertó el interés por aquella pista.
   Aunque en ese momento trate de hacer averiguaciones, todavía no existía Internet, y ni tan siquiera durante mis estudios en Oviedo puede averiguar algo sobre aquella cita.
   Fue ya de nuevo en Castropol, cuando conocí a Luis López, ahora castropolense de adopción, amante de la zona, y bibliófilo, que tras proporcionarle la cita, logro hacerse con una copia de dicho articulo: "La Connaissance de la Péninsule Espagnole par les hommes du Nord: mémoire destiné à la 10ème session du Congrès international des orientalistes" del sueco Adam KristofferFabricius. ¡Un articulo sobre los vikingos en el que se mencionaba a Castropol!
   Los vikingos, ahora de moda por la serie de televisión homónima, ese pueblo procedente de Escandinavia, entra en la escena de la Historia Europea tras el saqueo del monasterio de Lindisfame (793), situado en el Norte de Gran Bretaña.
   Desde entonces, sus correrías a lo largo de las costas del Atlántico y del Mediterráneo nos son conocidas, a través de sus sagas y, por supuesto, de los noticias que de sus incursiones, pillajes y razzias dan las fuentes escritas medievales de los lugares por las que pasaron.
   Por el Norte de la Península Ibérica, pasaron en varias ocasiones: en el 844, 858, 864, 968, 970. Tanto es así que quedo reflejado en las leyendas locales: de la época de las primeras incursiones vikingas es la leyenda del obispo Gonzalo de la diócesis de Bretoña, antigua sede episcopal, antecesora de la de Mondoñedo: cuenta esta leyenda que al llegar a la entrada del río Masma un gran número de embarcaciones vikingas los habitantes acudieron a la protección del obispo, al que consideraban santo. Gonzalo rezo pidiendo la protección del cielo contra el ataque y entonces se desató una gran tempestad que hundió la mayor parte de la flota invasora.

Barcos vikingos en el Tapiz de Bayeux.

   Sin embargo, esta no es la única leyenda sobre este asunto. Y aunque yo, y mucha gente conoce la historia con los "moros" míticos (no los "mauri" de las fuentes latinas que dan origen al termino, sino esa especie de pueblo perdido en un pasado muy lejano y lleno de misterio), es cierto que algún erudito local del pasado siglo XX, lo asociaba a los vikingos. Se trata de la leyenda que cuenta que entre la Capilla de Santa María del Campo (Castropol) y un punto indeterminado entre A Punta de Santos y el Penedon, existe un túnel construido por los vikingos o los "moros", para escapar.
  Según parece, esta salida al mar, explorada por muchos críos y adolescentes, esta cegada ya por desprendimientos.
  No creo, sin embargo, que nunca haya existido dicho túnel. Pero dicen que "cuando el río suena, agua lleva". Las leyendas no son mentiras absolutas, ni completas verdades. Suelen soportarse sobre hechos verídicos, que con el tiempo se han ido deformando, debido fundamentalmente a dos variables: su trasmisión oral y su paulatina lejanía temporal con el suceso que se relata. Esos hechos verídicos pueden pasar por un suceso o personaje histórico concreto, o por la existencia en el subsuelo de algún resto arqueológico. En el caso de la Capilla de Santa María del Campo podría darse la segunda situación. ¿A caso no esta la Iglesia de la Santa Cruz de Cangas de Onis edificada sobre un megalito?
  Con todo, lo más interesante, desde un punto de vista local, es la incursión de Olaf Haraldsson en el 1014 sobre estas costas. Más conocido como San Olaf, seria en 1018 Rey de Noruega, convirtiéndose e imponiendo el cristianismo en este reino. Tanto las crónicas cristianas como las sagas nórdicas coinciden en que tras partir de Inglaterra, dirigió su flota contra los vikingos dinamarqueses de Ringsfjerd (probablemente el Golfo de Vizcaya), para continuar hacia Grisepolle (probablemente Castropol), y vencer a los vikingos dinamarqueses en Vilhamsby (probablemente la Ría de Betanzos). La incursión continuo: se dirigió hacia Seljepolle (probablemente la desembocadura del Miño), dónde tras una gran batalla conquisto la ciudad de Gunvaldsborg (probablemente Tuy), tomando prisionero al conde Geirfinn (probablemente el Obispo Alfonso), que tuvo que pagar un rescate de 12000 piezas de oro.
   Entonces llegaron a Castropol. Bueno, es solo una cita en una crónica perdida del siglo XI. Si. Pero del siglo XI. Castropol, no aparece hasta 1298, como puebla de fundación episcopal. Y sin embargo, la propia carta de fundación de la puebla otorgada por el Obispo de Oviedo en ese año de 1298 nos avisa ya de la posible existencia, cuando menos, del topónimo, ya que manda hacer puebla "en el logar nomnado Castropol".
   Son pequeños visos de luz que alumbran la oscuridad documental de los siglos que comprenden la Alta Edad Media, y que nos permiten entender un poco mejor la ocupación del territorio en ese momento histórico, del que solo tenemos menciones aisladas, además de ser conscientes de la importancia en las rutas marítimas cantábricas de la Ría del Eo.

   Bibliografía:

Carré Alvarellos, Leandro: Las leyendas tradicionales gallegas. Madrid: Austral, 2006
Carvajal González, Helena: "San Olaf, Rey de Noruega" EN Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. V, 2013, págs. 43-51.
Erkoreka, Anton: "A furore normanorum, libera nos Domine. Previkingos y vikingos asolando la costa vasca (siglos V-X)" EN Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 5, Donostia-San Sebastián, 2006, págs. 15-31.
Fabricius, Adam Kristoffer: La Connaissance de la Péninsule Espagnole par les hommes du Nord: mémoire destiné à la 10ème session du Congrès international des orientalistes.Lisboa, 1892.
Ruiz de la Peña, J.I.: Las "polas asturianas" en la Edad Media. Oviedo, 1981
Sánchez Pardo, José Carlos: "Los ataques vikingos y su influencia en la Galicia de los siglos IX-XI" EN Annuario Brigantino, 2010, Nº 33, págs. 57-86.

miércoles, 3 de junio de 2015

Os Castros da Antigua (Castropol)

Propuesta de posibles estructuras que definirian desde un punto defensivo este asentamiento.

En los limites entre las parroquias de Castropol, San Juan de Moldes y Piñera, pero en territorio de la primera parroquia, se ha localizado un nuevo yacimiento castreño, a sumar a los otros nueve enclaves de este tipo que existen a duras penas en el Concejo de Castropol. 
Incorporado al Inventario Arqueologico de Castropol y del Principado en Enero de 2014, el castro, con una planta ovalada en sentido N-S, dispone de un sistema defensivo hacia el E bien visible, en el que se distinguen aterrazamientos y parapetos, así como restos de un posible paramento de muralla. Hacia el O no se distinque ningun tipo de elemento defensivo, ya que el lugar donde se asienta, en la finca llamada "Os Castros", a sido utilizada para labores agropecuarias, al tiempo que limita por dicha vertiente O con una pista que comunica Cal con San Juan de Moldes. Por el N y por el S se ve cercado el castro por dos caminos o serventias que bajan a la casa de La Antigua por el S y a la casa de Riu del Tallo por el N.

Vista del castro desde el E.
Si bien es cierto que obras mayores realizadas en sus proximidades, y que requirieron informe arqueológico previo, descartan la existencia de restos arqueológicos en el citado lugar, los indicios (toponimia y folclore principalmente) inducen todavía a pensar que se trata de un yacimiento arqueológico.


martes, 2 de junio de 2015

As Huertas. Intervención arqueológica.

Que las aguas de la Historia y las de la Arqueología son procelosas, y objeto de tormentas y tempestades, es de sobra conocido. Y que el mar devuelve a la costa todo aquello que no le pertenece también.
La villa de Castropol, y capital del concejo del mismo nombre, fue declarada Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural en el año 2004 (DECRETO 45/2004, de 20 de mayo, por el que se declara bien de interés cultural el Conjunto Histórico de la Villa de Castropol (Asturias).). En virtud de dicha declaración, la villa goza de una protección especial, tanto de su urbanismo, como de sus edificios singulares, así como de su subsuelo.
Así, en los años que van desde esta declaración, los instrumentos establecidos para su protección han entrado en funcionamiento, en lo que a materia arqueológica se refiere, en más de una ocasión. Y parece que pueden estar dando sus frutos.
En estos momentos, el edificio del Ayuntamiento de Castropol se encuentra en un proceso de rehabilitación integral, y es de esperar que podamos leer en algún momento el informe arqueológico correspondiente. Sin embargo, y por la integridad de las personas, el acceso a las obras solo esta permitido para el personal que se encuentra trabajando en aquel lugar.
Sin embargo, existe otro lugar en la villa, que esta siendo objeto de una intervención arqueológica de urgencia. O más bien una segunda. El lugar en cuestión, es la finca conocida como As Huertas, delimitada al Norte por los edificios que dan a la Calle Penzol Lavandera o de la Procesión y la Calle del Muelle, por el Este, con las casa de la Calle del Campo, por el Oeste con las casas que dan a la Calle del Marques de Santa Cruz o del Pozo, y por el Sur con el edificio de El Casino (actual Casa de Cultura) y el Parque de Vicente Loriente (antiguamente Campo del Tablado).
Esta finca en los últimos decenios ha sido empleada por los vecinos de las calles adyacentes como huertas particulares o lugares donde tener algunos animales de corral. Pero el maremoto de la construcción también ha alcanzado esta localidad, y en la actualidad una empresa constructora esta interesada en construir una serie de viviendas en aquel lugar. Por dicho motivo, una empresa de arqueología procedió en un primer momento a realizar una serie de catas y trincheras de prospección, que por el tiempo transcurrido hizo suponer a muchos que no había dado ningún fruto (visibles desde el visor Sigpac).
Nada más lejos de la realidad. Desde el mes de Abril o Mayo del presente 2015, la Arqueología ha vuelto a este lugar.
Lo primero que nos encontramos al llegar a este lugar es una superficie a la que se ha retirado el manto vegetal superior, dejando al descubierto lo que en imagen se puede observar.





Una franja longitudinal, de unos dos metros de ancho, que en la planta visible forma una V, cuyo vértice esta orientado hacia Norte aproximadamente. A lo largo de dicha franja, son visibles dos catas, más una realizada fuera de este espacio, más al Sur.

Corte Sur. Cata 1.

Corte Norte. Cata 1.

Corte Norte. Cata 3.


Corte Sur. Cata 3.

Bueno. Llegados a este punto, nos preguntamos ¿Esto qué es?¿Que significa? Las respuesta pueden ser muchas o ninguna. Y están de mano del Arqueólogo que esta llevando a cabo este trabajo. 
Con todo, se podrían aventurar un par de hipótesis:
1ª. Podría tratarse de un camino antiguo. Los dos ramales de la forma se dirigen, uno hacia la Capilla de Santa Maria del Campo y el otro hacia Las Cuatro Torres o el Palacio Valledor, en ambos casos fuera de los limites amurallados de la villa medieval. Y su vértice esta orientado hacia la Plaza del Ayuntamiento.
2ª. Que se trate de un foso de tipo militar. Tal como se observa en las fotografías de las catas, tal parecen fosos en V, al estilo de los ejecutados en obras de tipo militar en la antigüedad (fossa fastigata) y en el medievo.

Creo que sera interesante ver como acaban las investigaciones que se están realizando en este lugar, por la luz que puedan dar Historia de Castropol y su Concejo.

lunes, 1 de junio de 2015

Un nuevo y fascinante viaje.

Hoy emprendo una singladura, sin más horizonte que la Historia y la Arqueología, centrada en Castropol, esa villa asturiana que sobre un peñón domina la Ria del Eo, y su Concejo. Una singladura en la que aprender y en la que enseñar y divulgar, en la que mostrar el pasado y tratar de comprenderlo.
Sera una navegación dura, pero no me cabe duda que sera emocionante.